lunes, 28 de febrero de 2011

Reflexión 4


Hambre de futuro… hambre de Cristo:


En Túnez hubo muertos y cambios. También en Egipto. En Libia se pueden contar muertos sin que todavía se puedan definir cambios.
Es un hecho: Se movilizan los pueblos y se tambalean las estructuras de poder que los tienen sometidos.
Hasta ahora han sido pueblos de lengua árabe los que, vencido el miedo, han llevado a las plazas sus reivindicaciones. Pero no ha sido la lengua, tampoco la religión, la fuerza que los ha movilizado. Lo que anima a hombres y mujeres de lugares tan lejanos unos de otros y tan diferentes se le podría llamar hambre de futuro.
En efecto, es un deseo, urgente como el hambre, y lo están padeciendo los pueblos en todas las latitudes. No es difícil prever que mañana serán otros pobres, otros engañados, otros oprimidos, con otras lenguas, con otra cultura, los que lanzarán su grito en calles y plazas, con la esperanza de abatir muros levantados para proteger intereses de pocos contra necesidades de muchos. Se alzarán otros pueblos, y no será sólo en tierra de tiranos, sino también en los llamados países democráticos: El hambre de futuro sacudirá los cimientos de la sociedad.
Sin verdad no hay libertad; sin libertad no hay justicia; sin justicia no puede haber paz.
La Iglesia se siente cerca, muy cerca, de cuantos acarician una esperanza y creen que es posible otro mundo. Ella, por su naturaleza, es una comunidad de hombres y mujeres con hambre de futuro, de mundo nuevo, de humanidad pacificada, reconciliada, austera, solidaria y libre; y goza cuando intuye que su vocación es compartida también por quien todavía no sabe llamar Cristo a la propia esperanza.
La historia tiene un sentido, y lo señala una flecha grabada al fuego del Espíritu en el corazón de cada hombre: pese a todas las formas de explotación, de esclavitud y de muerte que llenan de sufrimiento la vida de los pobres, el mundo camina hacia la verdad y la libertad, hacia la justicia y la paz. Un cristiano sabe que, pese a todo, el mundo camina hacia Cristo.

P. D.: Los muertos de Libia, todavía no enterrados, desentierran en la conciencia individual a los muertos olvidados en los campos del hambre, en los caminos de la emigración, en los antros oscuros de la explotación laboral, del comercio sexual y de la trata de personas.

+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger

reflexión 3

LECCIONES DE LA HISTORIA
JOSETXU APELLÁNIZ

En Egipto, una vez más, la historia nos ha dado una lección.
Los pobres, esos que viven con menos de euro y medio al día (dos dólares, dicen), se han organizado. Primero para protestar por sus duras condiciones de vida. Y de paso, para pedir un Gobierno democrático, que sustituya al que tenían.
Finalmente, hasta se han organizado para limpiar calles y plazas, y para borrar las pintadas de paredes y monumentos.
Y lo han conseguido. Es verdad que aún quedan muchos pasos por dar. Pero, de momento, han logrado tumbar al Gobierno y a su Presidente. Ahora ha sido en Egipto. Antes fue en Túnez, en Ecuador… Y mañana será en…
Al final, va a ser verdad eso que algunos hemos pensado y dicho tantas veces: los pobres, cuando se organizan, son capaces de cambiar la Historia.
Y nosotros, ciudadanos europeos, seguimos mirando a los países del Tercer Mundo con cierta superioridad: nosotros somos más inteligentes, más desarrollados, tenemos más recursos; mientras que ellos son ignorantes, corruptos, pobres, condenados a vivir explotados de por vida.
¿Seríamos capaces, con nuestra cultura democrática, de organizar una protesta de 18 días, con sus noches, sin abandonar las calles hasta lograr lo que queremos? ¿Seremos capaces de aprender las lecciones que los pobres de nuestro mundo nos siguen dando? ¿Nos bajaremos, alguna vez, del pedestal de nuestra supuesta superioridad, para aprender algo de los demás?
Ésta es la cuestión.

Reflexión 2

LLAMADO A CUMPLIR UNA VISIÓN
VERÓNICA PÉREZ, Pastora Pentecostal,

“Cuál era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para combatir, para salir y para entrar…” (Josué 14.11b).
En la historia antigua del pueblo de Israel, fueron enviados Caleb, Josué y otros diez más a reconocer la tierra prometida para conquistarla. De regreso diez tuvieron una actitud negativa con respecto a la conquista porque vieron gigantes habitando la tierra y se paralizaron, mientras Caleb se mantuvo fiel a Dios, creyendo en que Dios les daría esa tierra, vencerían y así fue. Preguntémonos. ¿Cuándo vemos los problemas como gigantes, tenemos una actitud negativa como los diez? o ¿Tenemos convicción y nos sentimos representados en Caleb y su fe?
En nuestro mundo hoy, si queremos mantener la actitud de Caleb necesitamos apropiarnos de las palabras del salmista al decir: “Mis ojos siempre se dirigen hacia Dios. Porque El saca mis pies de la red” (Salmo 25.15).
Tener visión ya es una fuerza que te mueve para poder vencer. La mirada en Dios fortalece tu convicción para cumplir una visión. Para vencer debemos empezar por nuestros propios gigantes internos y así podremos contra los gigantes que están afuera de nosotros.
Hoy necesitamos tener fe, es el paso importante para la convicción, para ser vencedores.
Preguntémonos, ¿cuál es mi fuerza antes y la de ahora para vencer? Esa fuerza de fe esta en tu interior. Es importante alimentarla con las cosas buenas que la vida te da. Aprender a ver más allá de lo que la mayoría de gente ve, la mirada corta atranca, no logras tener una perspectiva de la realidad y no te permite avanzar.
Cuando tienes una actitud de convicción ante la vida, recibes lo que te da y sigues caminando hacia adelante, es una señal de que nada te detendrá. Tu fidelidad está centrada en Dios.
Para nosotras hoy, tomar la tierra implica luchar en medio de las tragedias que vivimos el día a día. Eso es vencer los gigantes. Luchar con valor por lo que Dios prometió es hacer de esa promesa, la tierra, un espacio para ti y tu familia.
Si Dios está conmigo todo será como El ha dicho: Vencer, conquistar, salir y entrar. Con esa convicción ni nos preguntamos ¿Qué gigantes debemos vencer? Miedo al que dirán, miedo a los retos nuevos, miedo a los que te acusan, miedo a perder tu espacio… ¿Miedo al miedo? ¡Uh, no tengas miedo! Dios está contigo también, eso nunca lo olvides. ¿Oíste?

Reflexiones 1

SOBRA LA GENTE II
MARI PAZ LÓPEZ SANTOS,

No quiero ponerme reiterativa, pero tampoco puedo evitar que me siga saliendo, para compartir, un impulso interior a modo de rebelde denuncia: quieren hacernos creer que sobra la gente, lo escuchamos a todas horas en cualquier medio de comunicación sea de la ideología que sea. La crisis financiera da pie a explotar y exportar una consigna que se está convirtiendo en la música ambientad del día a día.
Por las conversaciones de unos y otros en los trabajos, en reuniones de amigos, los comentarios de los hijos, etc. observo que nos lo estamos creyendo y esa es la victoria real de los que, machaconamente, insisten en que sobra la gente.
Leyendo el evangelio del próximo domingo (Mt 6, 24-34) he visto la luz en este tema: “No podéis servir a Dios y al dinero”. Ya entiendo porque dicen que sobra la gente. En el servicio activo y absoluto al “dios-dinero” no cabe nadie, por eso cada vez se controla por menos manos y hay excedente de gente.
Pero ¿cómo vamos a sobrar si somos herederos? ¿Herederos de qué? ¿Cuál es nuestra herencia? Somos herederos de un Reino que lleva implícita una consigna: la búsqueda de la justicia. No lo digo yo, son palabras textuales de Jesús en el evangelio: “Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia”.
En el Reino de Dios cabemos todos empezando por los “eternos sobrantes”, los que han sido despojados de todo, incluso de los medios para poder levantarse y seguir adelante; los que han perdido el empleo de muchos años y ya no tienen edad para encontrar otro; los que vinieron como emigrantes buscando encontrar una vida más digna; los jóvenes que tienen que aportar ilusión y creatividad a este mundo tan materialista. Cabe la belleza, la música, el deporte, la religión, la naturaleza… cabemos todos y todo. Pero hay que elegir bando: servir a Dios o al dinero.
Si los cristianos no nos sabemos herederos activos y efectivos en la lucha de la justicia por el Reino podríamos decir aquello de “el último que apague la luz”. Pero como la fuerza no viene de nosotros que la recibimos de Otro, no hay que perder la esperanza de que, como herederos, nos pongamos al servicio de la Herencia recibida.
No hay tiempo que perder, el trabajo es mucho y hay bastante gente desanimada creyendo que sobra.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Resumen de las cuentas de la parroquia 2010

PARROQUIA NTRA. SRA. DE LA ENCARNACIÓN


RESUMEN ECONOMICO DEL AÑO 2010.
     INGRESOS:
Aportación del Fondo Común Diocesano 1078’80.-
Cuotas Parroquiales.......... 1695.-
Colectas..................... 2973’61.-
Donativo para un fin determinado 6180’95.-
Servicios religiosos......... 5414’70.-
Archivo......................  115.-   
Total........................17458’06.- 
GASTOS:
Compra de enseres y muebles..  938.-
Materiales fungibles.........  210’90.-
Material para el culto....... 1308’68.-
R fija a sacerdotes.......... 3600.-
Tributos.....................  275’44.-
Obras extraordinarias........ 3391.-
Limpieza.....................  446 .-
Suministros.................. 1324’88.-
Seguro edificios religiosos.. 1521’32.-
Material de oficina..........  100’18.-
Comunicaciones...............  660’17.-
Actividades pastorales.......  491’69.-
Boletín del Obispado.........   50.-
Aportación 7% a la Diócesis .  765.-
Varios....................... 1997.-  
  Total...................... 17080’26.-
Total ingresos................17458’06.- 
Total gastos..................17080’26.-
Total superavit ............... 377’80.-
Total superavit ..............  377’80.-
Superavir del año anterior ... 5362’64.-
SALDO FINAL DE AÑO ........    5740’44.-
COLECTAS ENVIADAS A :
Manos Unidas .................  551’75.-
Colecta día del Seminario ....  183’63.-
Cáritas.......................  260’30.-
Domund 2010 ..................  135.-
Iglesia Diocesana.............  164’16.-
Haití......................... 8734.-
  Total ..................... 10028’84.-
Mercadillo S. Sebastián5443’85