RESTAURACIÓN DE LA PARROQUIA

       Esta son las cuentas, para todo aquel que quiera hacer un increso para ayudar a la restauración de la parroquia. También os adjunto una carta que explica los motivos por los que tenemos que ayudar a nuestra parroquia.

UNICAJA:

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CAJASOL:


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         Estimados amigos y queridos hermanos de Setenil. Quiero empezar esta carta haciendo un poco de historia.

         Los Reyes Católicos finalizada la reconquista de Setenil en el año 1484, mandaron edificar nuestra iglesia mayor, dedicada a Ntra. Sra. de la Encarnación.

  La Iglesia, edificación grandiosa y austera, representa la síntesis de nuestras raíces históricas, religiosas y culturales. No se llegó a acabar por falta de libranzas económicas para su fábrica.

  Fue reparada en 1614 por el maestro de la Catedral de Málaga Pedro Díaz de Palacios, afectando las obras a los tejados, sacristía y torre. Por fin, se soló de ladrillo.

  A finales de 1755  aprueba el cabildo diocesano obras urgentes en la parroquia setenileña, muy dañada por el reciente terremoto de Lisboa.

  En 1881 nuevamente estuvo cerrada por obras de restauración.

  Actualmente su antigüedad y las inclemencias del tiempo, han propiciado su visible estado de ruina; algunas dependencias tienen goteras, la bóveda y cubiertas están gravemente dañadas.

  Para mantener el templo abierto al culto y a los actos religiosos tuvimos que instalar una malla metálica que evitara el peligro de eventuales desprendimientos sobre las personas.

  Nuestras Autoridades Civiles y Religiosas, conscientes del valor monumental e histórico de nuestra Iglesia mayor, han acordado de forma conjunta acometer su rehabilitación y restauración en profundidad.

  Con un presupuesto de unos novecientos mil euros –60% a cargo de la Junta y 40 % restante a cargo de la Diócesis y de la Parroquia–  se han acometido las obras. Ya se está trabajando en la cubierta, campanario y planta.

  Estas obras coinciden en el tiempo con la dura crisis económica que padecemos, que en el caso de nuestra Diócesis es aún mayor, pues hemos de atender no sólo las necesidades de los templos, cuantiosas por su valor histórico y artístico, sino también de forma urgente a las personas pobres y desvalidas de nuestra diócesis.

  Por todo ello me veo obligado a recurrir a todos vosotros, solicitando de vuestra generosidad la ayuda necesaria que nos permita seguir la obra en la parte que nos corresponde como feligreses y que nos permita en los plazos fijados disponer de nuestro querido templo.

  Lo podéis hacer de dos formas, dando un donativo o con una cuota mensual, junto a esta carta os adjunto un sobre donde podéis poner vuestro donativo o rellenar los datos para la cuota.

  Una vez más daros las gracias por vuestra generosidad.

                                                                                                Ramón Vázquez Clavijo